PECUARIA

La castración consisten en la eliminación de las gónadas con el objeto de anular las facultades de la reproducción y la acción de las hormonas sexuales. En el hombre era una operación muy frecuente en la antigüedad, en que ciertos prisioneros, criminales, esclavos e individuos destinados a servicios especiales (eunucos, cantores) se castraban. En los animales mamíferos y en las aves está documentado que ya se practicaba en la época de Aristóteles (384-322 a.C.). En nuestros días, se emplea en gran parte de las especies domésticas, incluido el vacuno.

Instrumentos para realiazar la castración

La importancia de la castración del garañón, está en el control de su conducta sexual; ya que ayuda a disminuir la conducta agresiva del animal, garantizando un mejor manejo. La castración se realiza en los equinos en casos de traumatismos, criptorquidia, temperamento agresivo y en desempeño deportivo (debido a que en el entrenamiento sufren traumas en los testículos, lo cual afecta su actividad). El garañón a ser castrado debe examinarse para detectar predisposición a la hernia y verificar el descenso testicular. La valoración de la conducta sexual del garañón de ser realizada en presencia de una hembra. El objetivo de este trabajo fue valorar el comportamiento sexual del garañón antes y después de la castración, a través de la valoración del libido y la calidad espermática. Se utilizaron 6 equinos de raza Azteca, con una edad de 2 años ¿, 21 días antes de iniciar la evaluación de la conducta sexual de los garañones y calidad espermática, antes de la castración, se realizó una valoración clínica, con la finalidad de detectar alguna anormalidad como criptorquidismo unilateral o bilateral. La técnica de castración utilizada fue la abierta mediante abordaje con un solo corte. Antes del inicio de evaluación de la conducta sexual, según Hurtgen, 1992, los garañones fueron llevados al corral de yeguas para recelar, mediante lo cual se detecta a la hembra en estro y se procedió a valorar la conducta sexual del macho en presencia de una yegua en estro. La calidad espermática se valoró durante tres días consecutivos, antes y después de la castración, el semen fue obtenido con vagina artificial, según Jasko en 1992 y Taylor en 1997. Los resultados indican, que antes de la castración, la conducta sexual fue buena en todos los animales, así como la calidad espermática; obteniendo en la primera una calificación de 10 y en la segunda, una concentración espermática de 13.600 ¿ 28.266 X 106 por eyaculado, considerándose como normal, según Bearden y Fuquay, 1995. Después de la castración, la conducta sexual disminuyó entre 6 y 4, considerándose de regular a mala; a los 67 días después de la castración no se encontró espermatozoides en el eyaculado y la conducta de los animales castrados fue más manejable. Se puede decir que la castración en equinos es de utilidad para facilitar el manejo de estos animales.